Al menos 81 reos murieron y otros 14 resultaron heridos de gravedad tras un incendio ocurrido la madrugada de este miércoles en una cárcel de la capital de Chile, originado en forma intencional en medio de una riña entre internos.
"Definitivamente son 81 personas fallecidas", informó el gobernador de Santiago, Fernando Echeverría, corrigiendo los 83 muertos que más temprano anunciara el presidente Sebastián Piñera como balance de los sucedido en la cárcel San Miguel, con capacidad para 900 presos pero que albergaba 1.900.
Las autoridades advirtieron que la cifra podría aumentar. "Los 14 heridos están con riesgo vital por quemaduras", señaló el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
El ministro señaló además que tres funcionarios de gendarmería y un bombero resultaron heridos en el incendio, aunque no de consideración.
El fuego se originó en el cuarto y último piso de la torre 5 de la cárcel ubicada en el sur de Santiago, en medio de una riña, según narró el director Nacional de Gendarmería, Luis Masferrer. "A las 05H30 se producen los hechos, a las 05H37 (se dio) la primera alerta. Comenzaron los hechos con una riña al interior de los penales", detalló.
Por otro lado, la familia de uno de los 81 reclusos que murieron el miércoles en el incendio de una cárcel de Santiago presentó este jueves una querella criminal en busca de responsabilidades en la tragedia, informó a la AFP una fuente judicial.
La querella fue presentada en 11er Juzgado de Garantía de Santiago por Eloísa Miranda, madre del recluso Diego Portugués Miranda, de 23 años, uno de los 81 presos muertos en el incendio de la Cárcel de San Miguel, en el sur de Santiago, que estalló tras una riña entre internos.
En la querella se pide que se investigue su muerte bajo el cargo de 'homicidio calificado' u 'homicidio por omisión', en el caso de que el personal de Gendarmería (policía de prisiones) no haya actuado con prontitud en socorrer a los reclusos.