Miley Cyrus; extractos de la nueva edición (Febrero 2010) de Harper's Bazaar: "Mi trabajo es ser un modelo a seguir, y eso es lo que quiero hacer, pero mi trabajo no es ser un apoderado. Mi trabajo no es decirle a tus hijos cómo actuar o cómo no actuar, porque aun sigo pensando que eso es algo personal. De modo que alejarme de eso es un poco egoísta. Sus hijos van a cometer errores independientemente de que yo cometa errores o no. Así es la vida".
Sobre la filmación de The Last Song en la Isla Tybee: 'Me subí al avión rumbo a Georgia, y yo estaba en el regazo de mi mamá y llorando y diciendo: "Estoy tan feliz de estar saliendo de Los Ángeles. Salía cada noche con mis amigos. Hice karaoke. Bailé. Todas estas cosas habrían sido grandes titulares en Los Ángeles: ¿Con quién está ella? ¿Por qué está bailando? Me sentí viva y real. Es mucho más fácil saber quién es usted cuando no hay un millar de personas diciéndote lo que ellos piensan que eres. Me sentía como si estuviera realmente imaginándome fuera de mí. Normalmente tengo a alguien susurrando en mi oído, pero allá estuve por mi cuenta".
Sobre su tatuaje Just Breathe: "Eso me recuerda no dar las cosas por sentado. Quiero decir, la respiración, que fue algo que ninguno de ellos podía hacer [una amiga y su abuela que murieron de fibrosis quística], lo más básico. Y yo lo puse cerca de mi corazón, porque es ahí donde van a estar siempre".
Sobre tener fobia a la aguja: "Realmente no duele si estás pensando en el significado. Nunca tendría un tatuaje sin sentido, pero creo que si estás haciendo algo que es importante, que es significativo para tu vida, el dolor queda a un lado".
Sobre ser insegura: "Yo solía preguntar a todos todo el día, "¿Me veo bonita?". Probablemente preguntaba eso tantas veces como parpadeaba. En Georgia, terminé con eso. No es porque empecé a sentirme bella, es sólo porque yo estaba cómoda. Estaba tan acostumbrada a los paparazzi y las cámaras y el 'Qué llevas puesto?' y con la gente fijándose mucho en mí".
Sobre la filmación de The Last Song en la Isla Tybee: 'Me subí al avión rumbo a Georgia, y yo estaba en el regazo de mi mamá y llorando y diciendo: "Estoy tan feliz de estar saliendo de Los Ángeles. Salía cada noche con mis amigos. Hice karaoke. Bailé. Todas estas cosas habrían sido grandes titulares en Los Ángeles: ¿Con quién está ella? ¿Por qué está bailando? Me sentí viva y real. Es mucho más fácil saber quién es usted cuando no hay un millar de personas diciéndote lo que ellos piensan que eres. Me sentía como si estuviera realmente imaginándome fuera de mí. Normalmente tengo a alguien susurrando en mi oído, pero allá estuve por mi cuenta".
Sobre su tatuaje Just Breathe: "Eso me recuerda no dar las cosas por sentado. Quiero decir, la respiración, que fue algo que ninguno de ellos podía hacer [una amiga y su abuela que murieron de fibrosis quística], lo más básico. Y yo lo puse cerca de mi corazón, porque es ahí donde van a estar siempre".
Sobre tener fobia a la aguja: "Realmente no duele si estás pensando en el significado. Nunca tendría un tatuaje sin sentido, pero creo que si estás haciendo algo que es importante, que es significativo para tu vida, el dolor queda a un lado".
Sobre ser insegura: "Yo solía preguntar a todos todo el día, "¿Me veo bonita?". Probablemente preguntaba eso tantas veces como parpadeaba. En Georgia, terminé con eso. No es porque empecé a sentirme bella, es sólo porque yo estaba cómoda. Estaba tan acostumbrada a los paparazzi y las cámaras y el 'Qué llevas puesto?' y con la gente fijándose mucho en mí".
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